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miércoles, 30 de diciembre de 2009
Fin de año
Hacia fuera: guerras, atentados terroristas, desastres climáticos, asesinatos, accidentes de tráfico, corrupción, inundaciones, abandono de niños.
Hacia dentro: confusión, cambio de rumbo, dolor, desorientación, replanteamiento de metas, pasión, renacimiento, aburrimiento, crisis, depresión.
Lo mejor de este año es que se acabe por fin.
martes, 29 de diciembre de 2009
Comienza con un malestar en las meninges y una náusea en el estómago. Continúa con una punzada encima de la oreja y se va extendiendo cual onda en un lago. Después golpea todo el hemicráneo. Finalmente, se apodera del cráneo entero, impide razonar con claridad y me revuelve las entrañas. Sé que cuando pase veré las cosas con suma claridad. Como tras las tormentas de verano.
martes, 22 de diciembre de 2009
miércoles, 9 de diciembre de 2009
Entrevista
Un blog amigo, Pilates del Calibre, me ha hecho una simpática entrevista.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
Reconstruyéndome
martes, 17 de noviembre de 2009
Luna nueva
sábado, 14 de noviembre de 2009
Hoguera
Paseando por los jardines que rodean mi lugar de trabajo veo las hojas secas sobre el empedrado y siento el impulso casi irresistible de hacer un buen montón, sacar mi mechero azul del bolso y hacer una hoguera. Sobre las llamas, murmuraría un conjuro mágico para que con el humo se esfumaran todos mis problemas y preocupaciones. Pero no conozco tal conjuro. ¿Alguien puede ayudarme? Se recompensará.
lunes, 9 de noviembre de 2009
Otoño
Por fin se fue el calor agobiante. Y llegó el frío, la lluvia, las hojas que se caen.
Como los árboles, tiro lo viejo para que pueda renacer lo nuevo. Y miro hacia delante, hacia un camino desconocido, inquietante, misterioso, con una mezcla de miedo y nervios y una ilusión incontenible. Sin saber muy bien qué me espera, sin saber muy bien a qué atenerme.
Sin volver la vista atrás.
domingo, 1 de noviembre de 2009
Luna llena de Todos los Santos
sábado, 31 de octubre de 2009
lunes, 26 de octubre de 2009
Encrucijada
sábado, 17 de octubre de 2009
lunes, 12 de octubre de 2009
Entre olivos
Soy una niña. He pedaleado más de una hora y me siento cansada. Apoyo la bici en un olivo y me siento al lado. Observo el sol que se pone. Oigo las cigarras que se van callando poco a poco. Oigo a los grillos que empiezan a cantar. Algún pájaro despistado cruza aleteando. Busca su nido. A lo lejos, en dirección al pueblo, se oye a un perro ladrar.
Me abrazo las rodillas. Imagino que mi padre ya habrá salido a buscarme. Pero no me muevo. Algo me lo impide.
Un murciélago cruza el cielo haciendo zig-zags. En el horizonte sólo hay un fulgor rojizo. Sigo sin poder moverme, la barbilla apollada en mis brazos cruzados. No quiero volver a casa, me digo. Prefiero esta soledad entre olivos y murciélagos.
Veo una luz por el camino y una voz que me llama. Mi padre me ha encontrado. Sonrío y rompo a llorar.
sábado, 10 de octubre de 2009
Preguntas
miércoles, 7 de octubre de 2009
Meditando
Cierro la ventana, corro la cortina. Apago la tele, apago el móvil, apago la radio.
Me siento con las piernas cruzadas en posición de loto, espalda recta, las manos entrelazadas sobre el regazo.
Cierro los ojos. Respiro hondo. Una, dos, tres veces.
Mi mente llena de ideas. Dejo que los pensamientos pasen como nubes por un cielo de otoño.
Respiro más hondo aún.
Me concentro en mi piel. Voy recorriéndola desde la punta de los dedos del pie hasta la coronilla, sin dejar de respirar lentamente.
Los pensamientos no dejan de surgir, y los dejo pasar, de un lado a otro de mi cabeza.
Pensamientos alegres, tristes, inquietantes, excitantes, dolorosos.
Y llega el momento.
El momento en que no pienso.
En que dejo de ser yo. Respiro hondo.
El momento en que el tiempo se para. Respiro hondo.
Riiing, riiing... Olvidé descolgar el teléfono fijo.
Despierto como de un sueño. Y sonrío.
(Dedicado a Nex)
martes, 6 de octubre de 2009
Luna de otoño
Más curiosidades sobre la luz de la luna llena aquí.
jueves, 1 de octubre de 2009
Huir o no huir
Lara se encasqueta la capucha de su cazadora hasta las cejas. Enciende un camel y sale a la calle, bajo la llovizna de medianoche.
Se cruza con el vagabundo de las barbas, que masculla algo sobre lo podrida que está la sociedad y el puto perro que se había orinado sobre los cartones que le servían de cama.
Lara sigue caminando sin rumbo hasta que llega al parque. Alza la vista y se sorprende al ver la silueta de las cuatro torres. Tiene la sensación de hallarse en otro país. De pronto, siente la necesidad de estar en otro país. A miles de kilómetros. Donde no conozca a nadie ni nadie la conozca. Donde no sepa ni el idioma. No se sentiría más sola que en esos momentos.
Enciende otro camel. Echa el humo mientras contempla las torres, ansiando huir. A miles de kilómetros de allí, Lara seguiría siendo Lara, piensa.
Apaga el cigarrillo con rabia. Nota un escozor en los ojos, debe ser por el humo. Da media vuelta y regresa a su casa. El vagabundo ha desaparecido.
martes, 29 de septiembre de 2009
Tus manos
Tus manos por mi espalda.
Tus manos por mi nuca.
Tus manos en mi pelo.
Tus manos en mi cuello.
Tus manos por mis pechos.
Tus manos en mi vientre.
Siempre tus manos...
lunes, 28 de septiembre de 2009
Otra cifra curiosa: 1313
jueves, 24 de septiembre de 2009
miércoles, 23 de septiembre de 2009
El dolor
Empieza como un cosquilleo, una sensación indefinida que se va convirtiendo en desazón, un escozor que va aumentando. De repente, surge el dolor en todo su esplendor, puro, ardiente, como un cuchillo afilado clavándose hasta el fondo y ahogándome por dentro.
Los detonantes pueden ser varios, imprevisibles e inesperados: una anécdota que cuenta alguien, una frase oída en el telediario, dos palabras de una canción, un gesto, el sonido de una voz.
Y pueden ocurrir varias cosas. O me contengo para que sólo se humedezcan los ojos, o me abandono al dolor y me pongo a llorar a gritos bajo la ducha, o me tomo cualquier sustancia legal que me anestesie lo suficiente.
Y cuando siento que ya no puedo aguantar más el dolor, intento pensar en algo muy desagradable, como un plato roto, o un conejo atropellado en medio de una carretera comarcal, o una estilográfica sin tinta, o una bomba termonuclear estallando en China. Y parece que el dolor se alivia.
Si el dolor no se alivia, viene lo peor. Durante las siguientes horas, piense lo que piense, haga lo que haga, y aunque lo que desencadenó el ataque doloroso ya no exista, el dolor sigue ahí escondido, latente, agazapado, listo para saltarme al cuello en cualquier momento, cuando esté más desprevenida, y entonces sé que será irremediable.
sábado, 19 de septiembre de 2009
Temblor
Frío
martes, 15 de septiembre de 2009
Sea como sea
Gato enfermo
Un gato enfermo se esconde. En lo hondo de un armario, dentro de un cajón, bajo la cama. Si alguien se acerca, bufa. No quiere ver a nadie. No quiere que nadie le vea. Y al mismo tiempo está deseando una caricia, una golosina, una medicina, por amarga que sea.
Un gato enfermo es lo más triste del mundo.
sábado, 12 de septiembre de 2009
Células ¿eternas?
Un día, una célula del centro de mi pecho, en el interior de un ganglio linfático, decidió comenzar a multiplicarse como loca. Se puso a crecer y crecer, en un ansia por vivir eternamente, en un intento por llenar el espacio vacío que encontró entre el corazón y el esternón. Y lo llenó. Demasiado. Y entonces enfermé. Mis propias células me mataban por dentro.
Ha pasado el tiempo. Las células con ansias de eternidad murieron. Yo sigo viva. Y algo dentro de mí sigue buscando llenar el hueco entre mi corazón y mi esternón.
Por fin llueve
jueves, 10 de septiembre de 2009
09/09/09
Ya sabéis que me encantan las cifras redondas. Y también me gustan las fechas redondas. Y hoy lo es.
En China el 9 es un número que trae buena suerte, así que hoy se han celebrado miles de bodas. En Indonesia también, por lo que se han realizado muchos partos prematuros.
En Malasia y Tailandia han hecho celebraciones especiales con motivo de esta mágica fecha.
Como contraste, hay quien lo considera un día de mal augurio, ya que el "999" es un "666" invertido, la cifra del diablo.
A mí sólo me parece una fecha redonda, y no me ha pasado nada ni especialmente bueno ni especialmente malo. Por ahora...
PD: me temo que publiqué el post pasada la medianoche. Qué fallo...
martes, 8 de septiembre de 2009
Cala de Binibeca
Hay días
Hay días en que las calles se tuercen, el sol te quema más, el suelo se hunde bajo tus pies, la gente es más borde, los miembros pesan, los órganos internos duelen, los muebles se derrumban sobre tí y el cielo parece a punto de aplastarte.
Sólo queda encerrarse en casa bajo siete llaves y esperar a que el temporal pase.
lunes, 7 de septiembre de 2009
Que...
Que mi mente divaga.
Que mi piel arde.
Que mis labios duelen.
Que mis entrañas queman.
Que mis ojos escuecen.
Que mis dedos tiemblan.
Y nunca lo sabrá,
ni falta que hace.
domingo, 6 de septiembre de 2009
Amiga menorquina
No sé cómo me las apaño, pero suelo hacer más amistades gatunas que humanas. Al menos eso es lo que me ha ocurrido en mi viaje menorquín. Una gata semi-callejera (vivía entre acebuches, pero se dejaba alimentar por los inquilinos temporales de los apartamentos donde habité esta semana en Menorca), me adoptó. Y se dejó querer.
La primera noche, incluso nos indicó el camino hasta nuestro apartamento (¿magia felina, casualidad?, quién sabe). Andábamos perdidas, y ella apareció justo en el momento adecuado, en el sendero que nos conducía hasta nuestro apartamento. Y por supuesto yo la seguí.
Los días siguientes, volvió a acudir a nuestra puerta (a veces por su propia iniciativa, a veces cuando yo la bisbiseaba), subía las escaleras, y ronroneaba en la terraza, frotándose con todo lo frotable, hasta que le daba algo de comer (pan, atún en conserva, no era muy exigente). Un día incluso entró hasta la cocina.
Esto me ha hecho reafirmarme en algo que ya sabía. A lo largo de mi vida, la especie felina me ha dado más alegrías y satisfacciones que la especie humana. Con mucha diferencia. Por algo será...
Gracias, Quina.
Luna llena en Menorca
domingo, 30 de agosto de 2009
Perdidos
Llevo toda la tarde viendo capítulos atrasados de la serie de moda (¿quizá de culto?) del momento: Perdidos.
¿Y por qué llevo toda la tarde? En principio porque perdí algunos capítulos y quiero ponerme al día (para luego poder comentar con los compis del curro), y luego porque me gusta y sobre todo: porque quiero meterme en otro mundo y no pensar en mis problemas, porque es una serie llena de amor, odio, intriga, mentiras, emociones a flor de piel, asesinatos, nacimientos, muertes, traiciones, y muchas vivencias con las que me siento identificada.
Así que me temo que esta noche (lo que aguante despierta), seguiré viendo capítulos no vistos. Porque no quiero irme a dormir, porque no quiero pensar, porque no quiero volver a tener las pesadillas que me rondan cada noche...
Quizá porque me siento perdida...
sábado, 29 de agosto de 2009
Dónde el sueño cumplido...
Dónde el sueño cumplido
y dónde el loco amor
que todos
o que algunos
siempre
tras la serena máscara
pedimos de rodillas.
martes, 25 de agosto de 2009
Azotada por tomar una cerveza
Acabo de leer una noticia sobre una mujer de Malasia que será azotada por tomar una cerveza.
Me gustaría destacar un párrafo:
"Kartika recibirá los seis latigazos en las nalgas con una fusta de ratán de menor grosor que la que se emplea para castigar a los hombres declarados culpables de abusos sexuales."
(Menos mal, eso me consuela).
No es la primera noticia de este tipo que nos llega, véanse varios ejemplos:
- Cárcel y 200 latigazos para una mujer saudí por ser víctima de una violación colectiva.
- Una mujer es condenada a 40 latigazos por vestir pantalón.
- Mujer lapidada por adúltera en Somalia.
Sin comentarios. Las noticias hablan por sí solas.
Por último, os dejo el enlace de un blog:
- La mujer en la doctrina islámica: un breve resumen.
También destaco un párrafo de aquí:
"El hombre y la mujer no son iguales. Su desigualdad procede de la disposición creadora de Alá y es esencial, ontológica: el hombre es superior a la mujer. De ahí deriva la diferencia de derechos y obligaciones para unos y otros."
Yo no digo nada más. Que cada uno opine por sí mismo. Y pensar que estamos en pleno siglo XXI...
PD: aunque no seamos musulmanas, esto nos afecta a todas las mujeres. Además, ¿cuántos no musulmanes no piensan lo mismo? (aunque lo nieguen)
domingo, 23 de agosto de 2009
Calles vacías
Me gusta Madrid en Agosto. Pero no me gustan los calores que hay que padecer...
(Insisto, aún a riesgo de parecer pesada, que llegue pronto el otoño...)
Campo de batalla
jueves, 20 de agosto de 2009
Otoño en agosto
Hoy he tenido una visión casi terrorífica atravesando la Castellana en bus. Toda la calzada estaba sembrada de hojas secas. Miro arriba y veo los plataneros con las copas amarillentas, como en pleno otoño, asfixiados por las altas temperaturas y la nula humedad.
Ciertamente este es un verano demasiado cálido y largo...
martes, 18 de agosto de 2009
Sudor
lunes, 17 de agosto de 2009
Nocturno
Cae la noche, y despierto. Estiro las alas y me desperezo. Giro la cabeza de un lado a otro, los ojos bien abiertos. Una nueva noche, entera y recién estrenada, me espera.
Diviso un movimiento entre las hojas del suelo. Un reptar silencioso. Me lanzo en picado. El ratón ni chilla. Lo desgarro entre mis garras.
Planeo por el bosque. Recorro mis dominios. Cazo un par más de indefensas presas. Empieza a clarear por el este. Me acomodo en un pino y me atuso las plumas de las alas.
Cierro los ojos. Y despierto entre sábanas de seda sobre mi cuerpo desnudo. Sonó el despertador de nuevo.
lunes, 10 de agosto de 2009
A dos velas
La luz se va. Gracias a la iluminación de la pantalla de mi portátil, mi madre puede acabar su yogur natural azucarado y tomarse sus pastillas. Gracias a la luz de mi móvil, puedo ir a la despensa en busca de un par de velas. Velas que nos iluminan el resto de la velada, hasta que, ¡oh, sorpresa!, vuelve la luz. Qué curioso que las nuevas tecnologías sirvan de ayuda en momentos en los que casi volvemos a la edad de piedra.
Todo esto me ha hecho regresar a la infancia. A las noches de verano tormentosas en que había que desenchufar la antena de la televisión para que no cayera un rayo (cosa que sucedió en un par de ocasiones), y debíamos encender varias velas para poder ver en la oscuridad, y cenar, e irnos a la cama.
Pero todo eso fue hace muchos años. Y ahora los apagones no son tan frecuentes. Y yo sólo estoy de paso en este pueblo (afortunadamente).
jueves, 6 de agosto de 2009
Luna de agosto
domingo, 2 de agosto de 2009
Aguacero
Me quedo quieta bajo el aguacero. La lluvia calándome el vestido verde. El pelo cayéndome a chorretones por la cara. En medio del parque desierto.
Pienso en tí. En la última vez que sentí tus labios. Que sentí tu piel. La lluvia alivia el calor que me sube por las sienes. Con los ojos cerrados, te presiento. Encima, debajo, dentro de mí.
La lluvia cesa. Mojada, abro los ojos. Huele a campo. No estás. Siento mucho frío.
sábado, 1 de agosto de 2009
Demonio
Suena una sirena en la calle que despierta a mi demonio. Comienza por arañarme las entrañas, justo debajo del estómago. Luego va subiendo por el esófago y me aprieta la garganta. Casi no puedo respirar. Mi demonio sabe cómo controlarme. Deja de apretar. Jadeo. Cierro los ojos, y siento al demonio subiendo hasta mi cabeza, urgando en lo más hondo. Me araño los muslos intentando ahuyentarle. Grito. Mi demonio no me suelta. Cuando despierta, ya es imposible detenerlo. Baja de nuevo hasta mi vientre y me clava las garras. Sé que estoy sangrando por dentro. No hay remedio. No puedo vencerle. Mi demonio y yo somos uno.
domingo, 26 de julio de 2009
¡Cifra superada!
Además, se podría decir que mi blog cumple la mayoría de edad (mi buen amigo J. sabe por qué).
Muchas gracias a todos. Como no sé quién ha sido el visitante número diez mil, no le puedo mandar el jamón de jabugo que tenía reservado.
PD: sigue el parón veraniego...