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lunes, 27 de abril de 2009




















Me daré la vuelta, como un calcetín.

Para ver si me encuentro.

O para descubrir que me he caído por el agujero del dedo gordo.


viernes, 24 de abril de 2009

Y no hay más que sentarse (de Belén Reyes)















Y no hay más que sentarse
y esperar que suceda...
Ponerle un bozal al corazón.
Meterte en los ojos dos esponjas.
Suturarte los poros.
Quitarle los bafles al deseo.
Dos tapones de cera en los oídos.
Un somnífero al sexo y una amnesia.
Tragarte los versitos.
Atarte las caricias.
La leche calentita...
y un peluche en el pecho.
Que conozco la copla...
Y no hay más que sentarse y esperar que suceda...
Quien nos cubrió de besos azules y promesas.
Quien abrió nuestro cuerpo y nos sorbió la esencia.
Quien reprochó constante nuestra muda presencia.

Quien nos amó a lo loco...
nos dejará a lo bestia.

Belén Reyes





miércoles, 22 de abril de 2009

Hoy me he dado cuenta...
















...de que los días son más largos,
de que los árboles están llenos de hojas,
de que el aire está lleno de pelusas,
de que las parejas se besan por las aceras.

Y, no sé por qué, me gustaría tener alergia.

viernes, 17 de abril de 2009

Tres pasos


Primero: me lanzas tus palabras desde el teclado.
Segundo: un puñal de deseo me atraviesa.
Tercero: me paralizo cual mariposa clavada, esperándote.

sábado, 11 de abril de 2009

Memorias de África















Acabo de verla por enésima vez, y por enésima vez me ha conmovido.

Me sobrecogen las imágenes de las tierras africanas, junto con la excepcional banda sonora de John Barry.

Me impresiona la valentía, la fuerza y la independencia de Karen Blixen. Me admira su lucha por sobrevivir en medio de una tierra hostil, dominada por hombres.

Y me derrite su relación con Denys Finch-Hatton. Ese hombre libre, independiente, que se resiste a ser domesticado pero que por amor acaba renunciando a parte de su libertad.

En la película aparecen unas cuantas frases memorables que me gustaría recordar:

- Cuando los dioses quieren castigarnos atienden nuestras plegarias.

- Denys me había dado una brújula "para seguir el rumbo" dijo, pero mas tarde comprendí que navegábamos con rumbos distintos. Quizás él sabía, aunque yo no, que la tierra fue creada redonda para que no podamos ver el final del camino.

- Las despedidas producen una estraña sensación, hay en ellas algo de envidia, los hombres se van para poner a prueba su valor y si algo se pone a prueba es nuestra paciencia al prescindir de ellos o tal vez por lo bien que soportamos la soledad. Pero eso lo he sabido siempre, no hacía falta una guerra.

- Y cuando veo que no puedo seguir soportándolo, aguanto aún un momento más y entonces sé que puedo soportar cualquier cosa...


Unos fragmentos de la película.


Me inspira tantas cosas que me siento incapaz de contarlas todas.

Y por más veces que la vea, nunca podré evitar deshacerme en llanto.



miércoles, 8 de abril de 2009

Carne por sexo

Acabo de ver una noticia muy interesante. Los chimpancés machos regalan sus capturas a las hembras a cambio de sexo. Como resultado, los machos copulan con más frecuencia, las hembras ingieren calorías extras y tienen más probabilidades de quedarse preñadas y de llevar su gestación a buen término. Todo el mundo sale ganando.

¿Será la prueba definitiva de que el hombre desciende del mono?
¿Nos parecemos más de lo que creíamos a nuestros primos los simios?

domingo, 5 de abril de 2009

Me despierto, pero sigo con los ojos cerrados.
Mi primer pensamiento es doloroso.
Respiro hondo intentando ahuyentarlo.
Me laten las sienes.
...
Sigo negándome a abrir los ojos.
Las sábanas, moradas, están cálidas y me acogen.
No quiero pensar en nada.
...
No lo consigo.
Tu voz cruza mi cerebro.
Una vez más.
Tu mirada me taladra.
Nunca más, oigo que murmuras.
Como el cuervo de Poe.
...
Ya pasará, me digo.
Sólo tengo que respirar.
Y cerrar los ojos.



Sombras



















Me pierdo entre las sombras.
En esta maldita noche sin luna.
Para que no me encuentres, aunque sé que ni siquiera me buscas.

Me pierdo entre la niebla.
En este maldito bosque sin lobos.
Para que no me comas, aunque sé que perdiste el apetito.

Me escondo en mi cueva.
Mi cueva húmeda y oscura.
Para olvidarte.


Terrible ciudad






















Terrible y maravillosa.

Me subes al cielo y me hundes en los infiernos.

No podría vivir sin tí, y me muero cada día entre tus calles.

Rodeada de multitudes y tan sola.

Te odio y te amo con locura.